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MP Frias

Evolución del martillo

Actualizado: 1 oct 2020


Una herramienta indispensable en cualquier hogar o taller es el martillo. Básicamente consta de un mango (generalmente de madera) y una cabeza pesada en su extremo (generalmente de metal).


Este surgió debido a la necesidad de golpear, romper y construir cosas, y fue evolucionando con el paso del tiempo.


En la Edad de Piedra, por el año 8,000 a.C., los primeros martillos constaban de una piedra atada a un mango con tiras de cuero. Hacia el año 4,000 a.C. se descubre el cobre y comienzan a utilizar este material para fabricar la cabeza de los martillos. En el año 3,500 a.C. durante la Edad de Bronce se fabricaron con este material. Después de un tiempo comienzan a aparecer los martillos con orificios para el mango.


Finalmente se fueron elaborando diferentes tipos de martillos de acuerdo a las necesidades, ya sea para romper o clavar. La fuerza con la que golpea un martillo dependerá del tamaño y peso de la cabeza, así como de la longitud del mango.


Se pueden encontrar en varias formas y modelos, cada uno de ellos pensados para realizar trabajos en específico:




  • Martillo de uña

  • Martillo de bola

  • Martillo de tapicero

  • Martillo de chapista

  • Martillo de construcción (marro)

  • Martillo de nylon (mazo)

  • Martillo de guerra

  • Martillo de geólogo

  • Martillo mecánico

Los más utilizados:

Martillo de uña. Este tipo de martillo es el más común y muy usado en la carpintería. En un extremo tiene una cabeza plana y en el otro una ranura para extraer todo tipo de elementos de fijación: grapas, clavos, etc. Los de curva pronunciada son ideales para sacar clavos y los de uña más gruesa y casi plana para apalancar y desprender tablas.

Martillo de bola. Se utiliza para trabajar con el metal: en actividades de herrería, cerrajería, carpintería metálica y fontanería. Tiene un extremo plano para golpear o clavar y en el otro extremo tiene forma redondeada para dar forma al metal o remachar.

Martillo de tapicero. Lo utiliza el tapicero para la confección. Tiene un imán en uno de sus extremos para facilitar el trabajo con tachuelas y clavos.

Mazo. Se utiliza por lo general en la albañilería. Sirve para golpear o percutir sobre materiales delicados, cuando se realizan trabajos que precisan no dejar marca de golpeo en el material. Pueden ser de madera, goma o plástico.


Marro. Se utiliza en la industria pesada para trabajos de demolición, se requiere el uso de las dos manos y movimiento del cuerpo para su manipulación. La longitud del mango va desde 50 cm hasta 1 mt y su peso desde 1 hasta 9 kg.


Lo más recomendable al utilizar cualquier tipo de martillo es portar equipo de seguridad: lentes y guantes de trabajo, además nunca debes utilizar un martillo que se encuentre con la cabeza floja o con el mango dañado o quebrado.


En Ferretería Salinas podrás encontrar martillos de excelente calidad a precios accesibles. Visítanos, con gusto te atenderemos y asesoraremos.



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